lunes, 28 de diciembre de 2009

La verdad


Una vez un hombre buscaba la verdad.
Un día llegó a un lugar donde ardían miles de velas de aceite, que eran cuidadas por un anciano, que, ante la curiosidad de este hombre le dijo que ése era el lugar de la verdad absoluta.
Entonces preguntó que significaban sus palabras, a lo cual el anciano respondió que cada vela reflejaba la vidad de cada individuo sobre la Tierra: a medida que se consume el aceite, menos tiempo de vida le queda.
El hombre le preguntó si se le podía indicar cuál era la de él, y descubrió que su llama estaba flaqueando, a punto de extinguirse, entonces aprovechó un instante de distracción del anciano y tomó la vela de al lado para verterle un poco de aceite a la suya.
Cuando estuvo a punto de alzar la vela, su mano fue detenida por la del anciano que le dijo: "Creí que buscabas la verdad".
Muchas veces, en la búsqueda de la verdad, cuando creemos encontrarla, nos resulta muy difícil aceptarla, que la negamos.
Sucede en la vida, ante traiciones, engaños, infidelidades.
Vamos buscando la verdad para confirmar nuestras sospechas y, al descubrirla, nos sentimos débiles paa asumirla, ya que a veces la verdad es muy dolorosa que nos deja paralizados o sentimos que nos morimos si la enfrentamos.
Entonces elegimos negarla, o tomamos esa parte que más nos beneficia y descartamos la que nos perjudica.
DESCUBRIR LA VERDAD PUEDE SER A VECES TERRIBLE, PERO ES MUCHO MÁS DOLOROSO CONVIVIR CON LA MENTIRA.

lunes, 14 de diciembre de 2009

El poder de tu mismo


¿Qué pensas acerca de vos mismo y el destino?; ¿crees que el destino está
escrito?; ¿qué todo está predestinado?; ¿qué no puede ser cambiado; o
es una de esas personas que presiente que puede modificarlo a medida
que va viviendo y tomando sus propias decisiones? “Elección”, esa es
la palabra clave del destino. La escribo entre comillas porque pienso
que es una de las palabras más importantes de todas. Algunos opinan
que si el destino puede ser variado, entonces, dejaría de ser destino.
A medida que vamos transitando los caminos que vivimos está
en nosotros elegir lo que deseamos, pero por esas cosas inexplicables
de la vida hacemos muchas veces lo contrario de lo anhelado.
Constantemente se presentan trabas que nos impiden lograr
nuestras metas y objetivos, pero se halla en uno evitar que eso suceda.
Estamos aquí para cumplir un propósito, un plan o proyecto de vida,
debemos enfocarnos en él y no desviarnos.
En ocasiones lo que aspiramos se torna imposible o para no
aparentar pesimismo lo expresaré de otra manera: muy difícil de
alcanzar, si no estamos realmente convencidos de lo deseado. No
contar con recursos o ayuda dificulta aún más la tarea, lo que nos hace
expresar las siguientes tres palabras: “jamás podré lograrlo”. Buscar
ayuda no tiene nada de malo, lo malo es no intentarlo nunca o darse
por vencido sin haber alcanzado la meta. Encuentrá la forma de
obtener los recursos que necesites, mantenete íntegro y honrado a tus
principios, y hacé aquello que te apasiona. NO TE RINDAS.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Miedo a ser feliz


Suena paradójico ¿no? Muchos se preguntarán (de hecho me lo han preguntado) "¡¿cómo carajo alguien puede tener miedo a ser feliz?!" o me han dicho "¡que estupidez, miedo a ser feliz, todos queremos ser felices!".... Si, es cierto... y justamente ahí, en ese "todos queremos ser felices", es donde está la respuesta... paradójica, irónica, hasta tonta y absurda, pero simple y del todo cierta...

En fin, decía, puede parecer absurdo, de hecho ES absurdo, pero a la vez, es un planteo que goza de una lógica perfecta, analicémosla juntos (yo y los 2, 1 1/2 que entran a leerme de vez en cuando). Reza de la siguiente manera:

"¡Que bueno que tal cosa me hace feliz! ... suerte que tengo esa cosa que me hace feliz... espero no perder esa cosa que me hace feliz... si la pierdo dejo de ser feliz... si dejo de ser feliz, estoy peor que antes, porque conocí la felicidad... no quiero estar peor que antes... mejor no ser feliz que serlo y poder perderlo... conclusión: para poder perder algo primero hay que tenerlo... mejor ni arriesgarse a tenerlo"

En resumen: quien/lo que tiene el poder de generar algo como la felicidad(o cualquier otra cosa que nos haga bien o mal), tiene también el poder de quitártelo. Ante esto aparece el dilema: me arriesgo a poder perderlo, pero mientras lo disfruto (o sea, voy ganando) vs. si existe la posibilidad de perderlo, mejor ni tenerlo

Lo triste de la situación es que generalmente, y hasta me atrevería a decir SIEMPRE, la gente que llega siquiera a este planteo, ya está de lleno en la cobardía, y "elige" SIEMPRE la segunda opción: NI EN PEDO ME ARRIESGO.

Me da pena... sobre todo porque muchas veces, hay otra gente de por medio que sufre por la cobardía de otros... muchos dispuestos a estar a muerte, a arriesgarse también... al final se arriesga uno solo... los dos van a cruzar el puente colgante, dan el primer paso, y cuando uno se quiere dar cuenta, se da vuelta para mirar, y ve que el otro, el cobarde, está aun en la orilla del peñasco, con cara de "pisé un poquito y esto se movió, ni en pedo camino dos pasos"... perdiendo de vista que un camino de 20.000km (o cuanto sea) comienza con un primer paso... y SI, es un camino incierto. Pero en fin... alguna vez leí, o escuché decir, no recuerdo,

"no hay nada peor que perder sin siquiera haberse arriesgado"

... y a esta frase le agrego otra: "no hay peor crimen que mentirse a uno mismo"

¿por qué esta frase seguida?... simple en realidad: porque el que no se arriesga por miedo a perder, no solo no avanza, no solo no se arriesga, sino que como si fuera poco, se miente, y pretende que los demás se coman su mentira: "no, es que tal cosa no me interesa, nunca me importó", o maltratan a quien/a lo que los hace felices, y cosas por el estilo. (detestan que algo ajeno a ellos mismos pueda hacerles tan bien, cuando ellos mismos, por si solos, no se soportan)
Después van cayendo de a poco, generalmente de a momentos, y sufren... empiezan a ver lo que están perdiendo/perdieron, y, literalmente, se quieren matar... Acá surge de nuevo la defensa de la mentira a uno mismo y al otro... cíclico.

Qué se yo (Siempre me pregunté "¿qué se yo?"), me da pena, me da tristeza... sobre todo porque vivo yo mismo en este momento una situación de este estilo... Digo, también tengo muchos miedos, también me da mucho miedo perder a la persona que mejor me hizo sentir en mucho tiempo... pero ¿saben qué? Justamente estando con ella aprendí algo muy importante: no solo que mientras menos se arriesga menos se gana, sino que mientras menos se arriesga... MÁS SE PIERDE ... y no quiero perder más... y por eso me arriesgo a perderlo todo.

Incluso en estos días me di cuenta de que muchas veces yo mismo caigo en ese mecanismo... aunque no soy tan extremista... quizás encuentro una salida que parece por momentos un poco más "sana"... hasta que sufro por maquinar solo... consta de lo siguiente: me pasa algo copado, lo que sea... me emociono y pongo TODAS las expectativas en eso... lentamente (o no tan lentamente) caigo en la estructura esta de "¿y si lo pierdo? me voy a sentir peor que antes" y hago lo siguiente: degrado sistemáticamente la situación que en ese momento me está haciendo tan bien vivir ¿cómo? Generalmente entro a pensar en las distintas maneras que tengo de perderlo, a verle todas las partes negativas a la situación, me vuelvo loco, me pongo mal antes de que algo malo ocurra... sin siquiera una puta razón para pensar que algo malo pueda ocurrir.
¿Qué logro con esta defensa idiota? Simple: quitarle valor a lo que tan bien me hace, y, en caso de perderlo, no perder tanto... o en realidad si... en realidad es el crimen del que antes hablé: mentirse a uno mismo.... Supongo que sea o no extremista, es la misma idiotez, la misma pelotudez, el mismo escape... Por eso ahora no me quiero escapar más, y me quiero arriesgar a perder lo que tenga que perder, si ese arriesgarme me da la posibilidad de ganar algo que quiero con todo mi corazón, y al final, me hace re bien

En una película, Little Miss Sunshine (muy recomendable), decían

"Un perdedor no es el que compite y no gana, sino el que le da tanto miedo no ganar, que ni siquiera se arriesga a competir... ¿vos sos un/una perdedoro/a?"