lunes, 28 de diciembre de 2009

La verdad


Una vez un hombre buscaba la verdad.
Un día llegó a un lugar donde ardían miles de velas de aceite, que eran cuidadas por un anciano, que, ante la curiosidad de este hombre le dijo que ése era el lugar de la verdad absoluta.
Entonces preguntó que significaban sus palabras, a lo cual el anciano respondió que cada vela reflejaba la vidad de cada individuo sobre la Tierra: a medida que se consume el aceite, menos tiempo de vida le queda.
El hombre le preguntó si se le podía indicar cuál era la de él, y descubrió que su llama estaba flaqueando, a punto de extinguirse, entonces aprovechó un instante de distracción del anciano y tomó la vela de al lado para verterle un poco de aceite a la suya.
Cuando estuvo a punto de alzar la vela, su mano fue detenida por la del anciano que le dijo: "Creí que buscabas la verdad".
Muchas veces, en la búsqueda de la verdad, cuando creemos encontrarla, nos resulta muy difícil aceptarla, que la negamos.
Sucede en la vida, ante traiciones, engaños, infidelidades.
Vamos buscando la verdad para confirmar nuestras sospechas y, al descubrirla, nos sentimos débiles paa asumirla, ya que a veces la verdad es muy dolorosa que nos deja paralizados o sentimos que nos morimos si la enfrentamos.
Entonces elegimos negarla, o tomamos esa parte que más nos beneficia y descartamos la que nos perjudica.
DESCUBRIR LA VERDAD PUEDE SER A VECES TERRIBLE, PERO ES MUCHO MÁS DOLOROSO CONVIVIR CON LA MENTIRA.

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